https://publishers.propellerads.com/#/pub/auth/signUp?refId=Tilr HISTORIAS DE ITACA: LA CARICIA DEL ALMA

viernes, 29 de diciembre de 2017

LA CARICIA DEL ALMA


           La mira y entiende, lo mira y consiente. Complicidad, celo en éxtasis, fuerza de hombre y calor de mujer, poder y ternura, deseo y ansias…el momento escribe, la pluma cede, detiene el tiempo su instante y respira codicia la Luna. Destella su imaginación una estrella, traga el espacio su música, sufre el río su nervio y se deshace en dos, se abre el mar y un sueño lo camina…el cielo siente y el violín de la musa, despacito toca un verso.
           Le pide el cielo al viento una caricia, una prueba de amor profundo, una ternura suave y tensa, la raíz de un gemido y la pausa del grito cuando desea. Se arrodilla el amante, el poeta deja de escribir para sentir, un pétalo se desprende de su rosa, la piel se llena de rocío y el sentimiento se viste  de suspiro. Despierta sublime un silencio entre hombre y mujer, se transforma la palabra, una voz jadea trémula, una garganta excita su trago y unos labios, tiemblan sus ansias. Recorre desnuda la imaginación, desprende el cielo sus óleos, dibuja un gran lienzo el viento, los cuerpos se hacen uno, se pintan de colores y aceite… y ruedan y ruedan…y ruedan.
            Calma tensa entre mareas de mar, inquietas burbujas bailan entre suaves espumas, arena perdida entre manos y dedos, sumidos ecos en caracoles y horizontes sellados en dorados ocasos. Desnuda el bosque sus leños, el desierto sus dunas, la montaña su volcán y una brisa se llena de chispas. Prende la fogata el cielo, arde el aire, el viento se llena de nubes y el aliento del trueno, de gritos y gemidos.  El alma decora de luz una vela, deja chorrear su cera, recoge cada gota en un pequeño hielo, espera que se abra, espera que nazca y corta de tajo, el umbilical cordón de un gran deseo.
            Camina el deseo en silencio entre erizados vellos, el poro abre su memoria, una mano atrapa su puño y la mirada cristaliza pasión. Despliega el alma toda su elegancia, el cuerpo eriza  sedas y algodones,  el corazón del viento excita a besos su aire, recoge sus alas un ángel y toda la intensidad,  concentra su cariño entre las vértebras de una arqueada espina.  Empina la columna su vertebral condición, enchina la nuca las puntas de sus cabellos, imagina un pezón su lengua, muestra el cielo su carne, contorsiona la cintura, lo surca erecto el rayo y la lluvia  del cometa lo posee. El abrazo es  salvaje, el beso profundo, penetra miel, la fragancia suda, la mirada toca y el tintero de la erótica  sensualidad,  desparrama por doquier ternura y sensibilidad.          

           Se convierte el deseo en caricia, en esa caricia que entrelaza cabellos, que recorre la nuca, que resbala por la espalda, que aprieta muslos, que eriza piernas y tensa el músculo hasta la planta de los pies. Esa caricia que arrulla párpados, posee mejillas, surca labios y moja lenguas…pellizca suave entre senos, funde ternura en el ombligo y se pierde en el dulce limbo del edén…esa caricia de placer entre dedos, de sudor pegado, de humedad consentida y de jarabe sabor a vainilla y reflejo de Luna… esa caricia viajera de lo profundo, sabia y preciosa, intensa y tierna… esa caricia llamada orgasmo…la caricia del alma.


No hay comentarios:

Publicar un comentario